viernes, 10 de agosto de 2012

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Reflexionando sobre mi vida, descubrí que si hoy estoy sola y en la búsqueda es porque algo en el pasado no salio como yo quería.
Lo bueno de esto es que no me arrepiento.
Siento que sirvieron solo para tomar nota de algunos errores y transformarlos en aprendizaje.
Llegue a la conclusión de que siempre anduve eligiendo mal.
.No es que esté condenada a tipos con miedo al compromiso, a los casados, a los adolescentes, a los mameros, a los pirados, a los conflictivos, sino que yo los busqué.
No es una maldición milenaria que se apoderó de mi cuerpo el día que mordí un fruto,
sino que mi mente se ocupa de seleccionar al tipo más inapropiado con esmero y dedicación.
Tengo algo así como un radar incorporado para pegarme a los tipos  que me succionan las buenas intenciones y me convierten en algo incorpóreo que necesita nuevamente calzarse el atuendo de ser humano para volver a andar.
Siempre fui la consejera, la dispuesta a salvarles la vida, la que priorizaba sus ganas antes que las mías, la amiga, la "otra", la de los domingos a la tarde, la "ex" novia, la incondicional, pero sólo una vez fui el amor en mayúscula en la vida de alguien, pero las vueltas de la vida nos alejaron, pero no me arrepiento.
Lo mas irracional de todo esto es que a pesar de haber tomado nota de todos los errores cometidos, no hay garantias de que no vuelva a sucederme.
No hay lógica alguna que minimice el riesgo. .Puedo estar convencida de que la próxima vez voy a elegir mejor, que no será un tipo al que le cuelgue un cartel en la frente que diga " No te acerques", pero así y todo volveré a estar desprotegida y sin avales...

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