¿como nació mi soltería?

Hoy pensaba como nació mi estado de soltería. La gestó la mala suerte, género que incluye los desencuentros, los amores enterrados y todos los intentos fallidos. En su comienzo pense que se trataba de un estado pasajero, un impás, un puente entre mi peor ayer y mi mejor mañana.
Ella me convidó un banquete de traicionera felicidad. Me regaló tiempo, un tiempo que le dí cuerda a mi antojo, que fue mío, solo mío.
Ella tambien me ayudo a limpiar mi mente de todos esos nombres que aparecian como visiones por las noches, justo cuando el cuerpo duerme y al alma le nacen las dudas.
Con ella redescubrí mi espacio, un espacio lleno de renglones vacíos, pero con una cama inmensa en la que nadie volvia a roncar.
Volví a respirar la libertad en cada rincón, en cada esquina, en cada movimiento, en los silencios.
Y me creí felíz... insolitamente afortunada con la idea de ser independiente en el sentido mas amplio de la palabra.
Pero, siempre hay un pero...
A veces, solo a veces, extraño los privilegos del amor.
El mundo detenido.
La sangre compitiendo con los latidos.
Fascinarme ante el parpadeo de sus ojos.
La sensación del abrazo.
El primer beso y todos sus discípulos.
La sensación de amar desde el talón hasta los huesos.
La aungustia de una pequeña ausencia.
Los reencuentros.
El coqueteo, la conquista, el desvelo pensando en él.
El revés de mi soltería es uan soledad indesisa entre salir por los bares o tirarse otro rato a dormir.
Una soledad que de a ratos incomoda, aburre y hasta aturde.
Una soledad que desmenuza el vacío y confiesa verdades que prefiero no oir.
Verdades como esas ganas locas de andar con los pies en el aire, atravesando paisajes, hasta estrellarme en vos.
Y enamorarme....