Una vez me dijeron que el problema no radica en que los demás me hieran, sino en que quizás yo me dejo herir con facilidad.Pero, ¿hasta qué punto es verdad que los responsables del dolor de una herida somos en definitiva nosotros mismos?
¿cual es la proporción? ¿hasta donde nos compete a nosotros y en que medida los demás? ¿depende de la otra persona, de nosotros mismos, de la gravedad del daño, de las circunstancias?
Hay una parte innegablemente personal, porque algunos tenemos una mayor proporción de sensibilidad, de tendencia a la culpa, a infravalorarnos, a ponernos las cosas en contra sin motivo... pero, ¿es posible evitar que te hieran si no es a base de convertirnos en personas inmunes a las palabras, actos, emociones y pensamientos de los demás?
Siempre he dicho que si duele, es que importa.
Y su deja de importar, entonces... ¿que?
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